El cactus San Pedro tiene una historia extensa dentro de la cultura chamán. Los indicios más antiguos de su uso ritual datan de hace 2000 años. El cactus San Pedro (Echinopsis pachanoi) es originario de las montañas de Perú y Ecuador, donde crece en una altitud de 2000-3000 metros.

Es una planta sagrada para los nativos y tuvo tradicionalmente un rol esencial en rituales religiosos, entre nativos americanos, quienes consideran que esta sustancia permite abrir el espíritu.

Los efectos del San Pedro son en muchos aspectos más agradables que los del peyote. Su gusto no es tan amargo y no acostumbra a producir tantas náuseas iniciales. Cuando empieza la experiencia psicotrópica completa es menos sobrecogedora, más tranquila y mucho menos física que la del peyote.

El San Pedro se puede consumir de la misma forma que el Peyote. Se puede consumir fresco o seco. Primero retirar las espinas y después "pelar" el cactus, descartando las espinas y manteniendo la piel del cactus que es donde se encuentra casi toda la mescalina. Se mastica la piel y el tejido verde pegado a esta, hasta extraer todo el jugo. También se puede optar por hacer una infusion con la piel o el cactus entero. En este caso hervir en agua durante media hora para preparar un té.

El San Pedro se dosifica tradicionalmente por tamaño. Tradicionalmente, se usa un trozo de unos 25 cm de longitud y de 5 a 10 cm de diámetro por persona.

Efectos:

Es normal en los primeros momentos despues de la toma sentir efectos físicos desagradables, como nauseas, calambres abdominales y sudores que desaparecerán por completo una vez comience el viaje. Es importante tener una persona sobria en el grupo y tomar el cactus en un lugar donde uno se siente seguro y protegido, y con un estado mental estable, es decir cuidar el set & settings.

Cuando comienza la experiencia, los pensamientos y las imágenes surgen a toda velocidad durante ocho a diez horas. Es vivificante y renovador, se siente euforia, alegría y exaltación, felicidad y ensoñaciones, fantasías agradables, visiones, distorsión de las percepciones sensoriales, sinestesia y ánimo contemplativo. La mescalina produce sentimientos e ideas de profunda significación, todo parece infinito y maravilloso, todo se relaciona con todo, sentimientos de unidad con el todo y con la naturaleza inundan el alma.

Produce visiones caleidoscópicas coloridas de indescriptible belleza. Se perciben destellos y centelleos de colores, cuya intensidad y pureza desafían cualquier descripción.

Frecuentemente las visiones llevan una secuencia que va de figuras geométricas a objetos extraños y grotescos, cuyas características varían de un individuo a otro

Cultivo:

Nuestros esquejes se pueden plantar para su cultivo. Solo tendrá que ponerlo en la tierra por la parte del corte y pronto comenzará a echar raizes y a crecer. Recomendamos usar tierra especial para cactus ya que contienen el ratio de nutrientes específico para este tipo de plantas.

Se riega una vez a la semana durante el otoño y primavera, mientras que en invierno hay que regarlo una vez cada dos o tres semanas aprox. En verano se puede regar mas abundantemente, de tres a cinco veces por semana. La mejor manera de regar los cactus es colocando la meceta del cactus en un plato llano lleno de agua y dejar que absorva el agua que necesite por los agujeros del tiesto. Es mucho más recomendable este proceso que regar con un chorro de agua desde arriba.

Durante el primer mes, coloca el esqueje de San Pedro en la sombra, para dejar que el cactus se adapte a su nuevo entorno y cree un nuevo sistema de raíces. No necesitarás regarlo durante las 2-3 primeras semanas.